El municipio de Loures fue fundado en 1886, por el Real Decreto de 26 de julio.
Era en ese momento constituido por municipios que habían hecho parte de los municipios de Olivais y Belém, que ya no existen. El área que forma el municipio siempre ha estado vinculada a la evolución de la ciudad de Lisboa y a su término.
La fertilidad de los suelos, la abundancia de las aguas y la pureza de los aires del campo han dado forma a esta región rural al norte de Lisboa que, del reinado de D. Afonso Henriques hasta el de D. Maria II, estuvo incluida en el término de la ciudad de Lisboa. Es por lo tanto natural que muchos de los monarcas y nobles escogieran esas tierras como lugar de ocio, descanso y para huir de las enfermedades y plagas, como son testimonio las inúmeras quintas que existen allí. Esas quintas comprueban sobre todo la importancia de ese término que los reyes distribuían, también como forma de ejercer con más eficacia sus poderes, la exploración de las tierras y los pagamentos de impuestos. Las características culturales de esta región son consecuencia de la ocupación prolongada de los musulmanes y del mestizaje progresivo entre las variadas etnias y religiones de que nascieron los mozárabes, que con el tiempo preservaron rasgos culturales propios.
En 1886, gracias a la creciente importancia económica del territorio, Loures se hace municipio (constituido por pedanías que pertenecían a los municipios de Olivais y Belém, que ya no existen).
La diversidad ambiental, económica y social del nuevo municipio posibilitó una enorme afluencia de voluntades, historias y trayectos que, al largo del tiempo, dieran identidad a este amplio territorio.
En el día 4 de octubre del año de 1910, pasa en Loures algo de gran importancia histórica: después de que los Paços do Concelho habían sido ocupados, una bandera con los colores republicanos, el verde y el rojo, fue enarbolada y la Implantación de la República es declarada por la Junta Revolucionaria. En el nuevo milenio, Loures tiene orgullo en dar continuidad al valioso camino recorrido por nuestros ancestros, trabajando para que el futuro siga siendo construido aquí: guardando memorias, excavando descubiertas, construyendo saberes y compartiendo historias.